El HACCP gestiona la seguridad alimentaria a través de la identificación, análisis y control de los peligros físicos, químicos, biológicos y radiológicos que puedan perjudicar a los alimentos. Se encarga de inspeccionar las materias primas, etapas del proceso de elaboración, distribución y consumo del producto terminado.
Además de la producción de alimentos, el HACCP también es una herramienta muy recomendada para las empresas dedicadas a producir insumos y/o materiales que estén en contacto con los alimentos o para la industria farmacéutica
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